Teníamos claro que queríamos un representante pequeño, dinámico y divertido. Un ser capaz de dar frescura y diversión a nuestro entorno.
No se nos ocurre nadie mejor que aquellos pequeños guardianes de los bosques. Un animal difícil de ver, pero que cuando lo encuentras te obliga a esbozar una sonrisa en el rostro: la ardilla.